No sabéis lo contentas que nos hace recibir vuestras bodas y poderlas compartir con todos nuestros lectores. Hoy volamos hasta Sevilla para mostraros el precioso enlace matrimonial de Marta y José. ¿Nos acompañáis?
Dicen que los detalles marcan la diferencia y así quedó reflejado en la boda de Marta y José. La pareja tenia las ideas claras desde el principio y decidió contar con la ayuda de Lidia Diez de LD Eventos para poder plasmar cada uno de sus deseos. Tras varias visitas buscando el escenario perfecto para celebrar su boda, la pareja finalmente se decantó por la Hacienda de Medina, en Sevilla, una finca olivarera del siglo XVIII con encanto especial.
Los novios se dieron el “sí, quiero” en una ceremonia civil al aire libre, distinta a las habituales y bajo un entorno con aires boho-vintage decorado con tonos blanco y dorado, velas, cristal y flores a cargo de D’Gely. Acorde con la ceremonia, se montó también un seatting plan con las mismas tonalidades, de manera que sirvió de photocall para muchos invitados y los mismos novios.
Para la especial ocasión, Marta lució en un elegante y original vestido de novia de Rosa Cuervas con mangas de encaje. Del peinado y el maquillaje se ocupó 7 Peluqueros, y decidió sorprender con un recogido sencillo y jovial, combinado con un precioso tocado de Tas Joyas. Varias amigas íntimas de la novia también confiaron en la diseñadora para la gran ocasión.
José, por su parte, lo tuvo muy claro desde el principio y decidió confiar en la sastrería Ibañez para que diseñaran su traje. Para darle un toque más moderno al look, el novio complementó su vestimenta con una llamativa pajarita y unos tirantes. ¡Derrochaban elegancia!
La joven pareja quiso pensar en todo momento en sus invitados, por lo que decidió regalarles un retoque de maquillaje y peinado a cargo del Tocador de la Boda. ¡Fue un éxito total!
El banquete de bodas fue servido por el catering de Francisco Jose de Utrera quién cuidó al máximo la presentación de cada uno de los platos. La decoración del espacio guardó total sintonia con la ceremonia: sillas de palilleria blancas, manteles de hilo, bajo platos, centros de mesa altos y bajos con flores blancas… ¡no faltó detalle! La boda también contó con un candy bar repleto de bombones.
El ambiente para después de la cena no podía ser menos, la pareja sorprendió a sus invitados con una zona chill out a cargo de Nuble acompañada de una iluminación cálida de la que se ocupó Cereria Decor. Como broche final, unas letras gigantes Love con luces de Letter Home, ideales para las mil y una fotos junto a los invitados.
Fotografía de Rosa Moreno y el equipo de Allendez Martin y Mandu Fotografía.