Hace unos días recibíamos en la redacción uno de esos e-mails que hacen tanta ilusión. Montse, una fiel usuaria de nuestra web, quería compartir con todos nosotros el que fue uno de los días más felices de su vida: el de su boda. ¿Y cómo le íbamos a decir que no? Justo al contrario, con este post nos gustaría inaugurar una nueva sección en nuestro blog dedicado a las bodas reales ya que sabemos que para vosotr@s, que estáis todavía de pleno en los preparativos, será sin duda la mejor fuente de inspiración.
¡Pues comenzamos! La boda de Montse Villar y Toni Palau tuvo lugar el pasado 13 de octubre, en Valladolid. El enlace, sobrio, elegante e íntimo, contó con 110 invitados. Una bonita ceremonia en la Iglesia de Sta. María de la Antigua convirtió a esta pareja en feliz matrimonio.
La novia se decantó por un vestido de la colección Two by Rosa Clarà, en palabra de honor y con velo. El peinado elegido fue un original recogido bajo y, en cuando al ramo, Montse optó por un sencillo bouquet de rosas blancas.
A la llegada a la iglesia el novio le esperaba con gran emoción y durante la ceremonia hubo constantes guiños entre los novios, demostrando su enorme complicidad. La decoración floral de la iglesia fue también en tonos blancos.
Una lluvia de pétalos de rosa esperaba a los novios a la salida de la iglesia. El coche nupcial les trasladó después hasta Bodegas Arzuaga, enclave cercano a Valladolid donde tuvo lugar el cóctel y el banquete.
En el corazón de la Ribera del Duero, rodeado de un inigualable paisaje de viñedos, Montse y Toni eligieron motivos relacionados con el mundo del vino como temática para su boda. Los invitados disfrutaron del cóctel en las barricas y también al aire libre, en un espacio muy especial iluminado con velitas y con un marcado carácter castellano.
Montse y Toni cuidaron y personalizaron con esmero todos los detalles de la boda: un seating muy especial con nombres en cada mesa de cadenas hoteleras, los originales centros de mesa elevados, unos perfumes miniatura de obsequio para los invitados o un libro de firmas con las fotos que se habían tomado en la sesión preboda fueron algunos ejemplos.
¿Y qué más? Pues no nos podemos olvidar de la colorida y apetecible candy bar, que seguro dejó a los invitados con un dulcísimo sabor de boca, y tampoco del photocall, cargado de besos, sonrisas y abrazos para captar las imágenes más divertidas. Además, los novios crearon su propio logo de la boda, que plasmaron en las invitaciones, los detalles de las mesas, las minutas o las tarjetas de agradecimiento.
La sesión fotográfica, realizada por soyfotografo.com, tuvo lugar en los alrededores de las bodegas, y nos deja instantáneas como ésta, que refleja a la perfección una pareja enamorada.
Dos meses antes, los novios realizaron también un reportaje preboda en el mismo lugar y pudieron comprobar el día de la celebración cómo el colorido de las hojas verdes de verano daba paso a las cálidas tonalidades otoñales.
¡Muchas felicidades Montse y Toni y gracias por compartir este día tan especial!