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Zaira y Jordi: un “sí, quiero” bañado de anécdotas

¿Sabéis aquellas veces en las que visitáis un maravilloso paraje y sólo se os ocurre pensar: “si algún día me caso, sin duda, sería aquí”? Precisamente esto es lo que les sucedió a Zaira y Jordi cuando, en una de sus primeras escapadas juntos, visitaron el enclave natural de Sant Miquel del Fai (Barcelona) y se enamoraron de su hermosa capilla. ¡Nos encantan las entrañables anécdotas que nos contáis en vuestros diarios de boda! Y el de la pareja que os traemos hoy está llena de ellas… ¡Descubre su historia!

Si una cosa vieron clara Zaira y Jordi desde que se conocieron el año 2009, es que estaban hechos el uno para el otro. Paseos, cenas, viajes… todo en conjunto sirvió para ir confirmando que, a partir de entonces, querían escribir la historia de su vida juntos. Sin embargo, el punto de inflexión fue durante el cumpleaños de Zaira en 2015. Lo que tenía que ser un simple fin de semana en la montaña dio un emotivo giro y resultó en una memorable e irrepetible sorpresa: ¡la pedida de matrimonio de Jordi a su amada! Además, no podría haber sido de una manera más sincera y tierna por parte del novio: hincando la rodilla ante la incontenible emoción de Zaira.   

Finalmente, el gran día llegó para la pareja. Siete años después de su visita al entorno que enamoró a Zaira, su sueño se hizo realidad y, por cosas del destino, de forma nada menos que especial: la suya sería la última boda que albergaría Sant Miquel del Fai. Luciendo espectacular con un vestido de Pronovias con encaje y corte de sirena, la novia deslumbró en su camino al altar ante la atenta mirada de Jordi, que vistió un elegante traje satinado azul marino. ¿Y sabéis qué ocurrió? Los nervios del momento se incrementaron con una anécdota que nos cuenta la pareja: de repente ¡el cura desapareció porque se había olvidado los papeles para la ceremonia! No obstante, al final todo quedó en esto, una anécdota.

Para su boda, la pareja no dejó de buscar el lado más entrañable contando con pequeñas ayudantes que acompañaron a la novia hacia el “Sí, quiero”. Sin embargo, Zaira recuerda otro hecho que la hace reír cada vez que le viene a la memoria. No es nada más ni nada menos que se dirigió al altar olvidándose del ramo y del acompañante. ¡Ella solo quería estar al lado de su futuro esposo, y ya está! Pero más allá de ser un problema, esto sirvió para sacar sonrisas entre los invitados allí presentes, eso segurísimo.

Emociones a flor de piel, risas y mucha diversión fueron tres elementos que acompañaron a los novios e invitados en la posterior celebración. Los nervios iniciales se esfumaron con la sesión de fotos, los momentos de relax simplemente conversando con los invitados y, por supuesto, dándolo todo en el baile al ritmo de Xevi Festes, después del banquete organizado por La Viandateca. ¡Todo fue como la seda!

Ahora que conocemos su historia, de una cosa estamos seguros. Cada vez que Zaira y Jordi repasen las imágenes que inmortalizaron su gran día, recordarán que el suyo fue un enlace lleno de sorpresas y anécdotas. Momentos de emoción y nervios que no habrían podido suceder si no fuera porque aquella noche de 2009 cruzaron sus miradas y vieron en el uno y el otro… ¡toda una vida de experiencias por vivir!

Imágenes de 274km Fotografía

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