¿No sabéis dónde ir de luna de miel? ¿No queréis gastar mucho dinero pero sí disfrutar de una estancia romántica y con encanto? la Costa Amalfitana os va a seducir. De una belleza salvaje, aparentemente impenetrable, esta costa ubicada en el suroeste de Italia y bañada por el mar Tirreno representa la supremacía de la tierra sobre el hombre dando lugar a pintorescos pueblos escarbados en rocas que descienden en cascada hasta el mar. Suena bien, ¿verdad?
Una luna de miel en este destino os permitirá descubrir poco a poco sus 42 kilómetros de costa, un maravilloso –y cercano– destino donde perderos para disfrutar de su gran riqueza natural y paisajística. Y del placer de la buena vida, que se respira en su brisa y os espera en sus playas, en sus restaurantes de exquisita gastronomía y su diversión nocturna, regada por el vino y el bullicio típicamente italiano.
Alquilar un coche y recorrer la sinuosa Nacional SS 163 descubriendo encantadores pueblos e impactantes acantilados alternados con campos de olivos, vides y cítricos es una experiencia única. No os podéis perder ciudades como Positano, repleta de callejones empinados y centenares de escaleras empedradas que pondrán en jaque vuestra forma física para acceder a la playa.
Hoteles y casas de lujo también se distribuyen por esta ciudad vertical, refugio de famosos. Amalfi, de espíritu marinero, y Ravello “más cercano al cielo que la costa”, como André Gide describió merecen también una visita.
Imágenes: Fototeca ENIT – Turismo Italiano
Y si todavía necesitáis más razones para visitar la Costa Amalfitana os contamos que en 1997 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO como “ejemplo excepcional de paisaje mediterráneo” lo que le hace todavía más merecedor de la visita de las parejas de enamorados en busca de un enclave con encanto donde refugiarse.
Antes de partir
Si os hemos convencido y la Costa Amalfitana está en vuestros próximos planes de viaje, apuntad estas tres recomendaciones, os ayudarán a completar vuestra luna de miel de una forma mágica.
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– Ver Sólo tú (1994) y Bajo el sol de la Toscana (2003) para enamoraros de los pueblitos amalfitanos.
– Probar el limoncello artesanal, licor típico de la costa.
– Visitar la Gruta de la Esmeralda y sorprenderse con su intenso color verde.