Si te encuentras leyéndonos es posible que el día que tanto esperabas esté más cerca que nunca. No quieres que nada lo estropee, ¿verdad? Entonces, te aconsejamos cómo elegir los zapatos de novia cómodos. Ten en mente que estarás muchas horas de pie y no querrás perderte ni un detalle… ¡ni un baile! Como ya sabrás, lleva su tiempo encontrar los adecuados, por lo que va a ser mejor que te pruebes todo tipo de modelos.
¡Sugerencia a la vista! Ya sean de elevado tacón, de salón, con plataforma, cuña o unas sandalias, llévalos unas cuantas horas por casa. De esta manera los irás amoldando y evitarás las rozaduras y ampollas.
Ahí van algunos consejos para saber cómo elegir los zapatos de novia:
¿Cuál es el color que mejor te define?
Blanco, beige, nude… No olvides que lo más importante en una boda es que cada uno de los detalles vayan acorde con tu personalidad y estilo. Al fin y al cabo, va a ser lo que te haga distinguir del resto. Encuentra el que mejor se adapte a ti y lo pasarás como nunca. ¿Qué color es tu preferido? Es preferible comprar los zapatos de novia acompañadas del bridal look al completo. Así va a ser casi imposible no acertar con la tonalidad.
¿Cuándo y dónde se celebra el enlace?
El lugar y la fecha de la celebración son dos datos que inevitablemente nos van a condicionar a la hora de elegir el look nupcial. Hay que tener en cuenta que si el banquete es en la playa, puede que un zapato sin tacón sea nuestro compañero ideal. Si, por el contrario, lo celebramos en un salón, siempre podremos elegir según nuestras preferencias. ¿Boda veraniega o invernal? Dependerá de la estación en la que nos encontremos para quedarnos con unos u otros.
Tejido y modelo según el vestido
¿Clásico? ¿Minimalista? ¿Rústico? Sabiendo a qué estilo pertenece el vestido de novia va a ser mucho más fácil la elección de los zapatos. Recuerda que es importante que exista un equilibrio entre ambos elementos. Hasta los pequeños detalles cuentan y hay que brillar se luzca lo que se luzca.
Plan B
No está de más ser previsoras y llevar un plan B. Unas bailarinas o unas cuñas en caso de emergencia pueden ser nuestra salvación. Te serán útiles si te cansas de tus zapatos y decides bailar durante toda la velada sin que nada te pare.