Como cada viernes, hoy toca consejo de moda y os hablamos de la moda nupcial de los años 50. Dejamos atrás los locos años 20 y nos centramos en una etapa muy interesante en la que analizaremos los vestidos de novia más fifties. Una década que ha influido muchísimo en las colecciones de las más importantes firmas de vestidos de novia actuales. Repasando las propuestas para el 2014, descubrimos que los años 50 están más presentes que nunca.
Imagen: Bayly & Moore
Vía: Green Wedding Shoes
Tras la II Guerra Mundial, en los años 50, la reactivación de la economía con el plan Marshall daba entender a la sociedad que el consumo y el estilo de vida de las clases altas podían estar al alcance de cualquiera. Un afán por dejar atrás los años de guerra hizo que nacieran mitos como Elvis Presley con el rock and roll y su movimiento de caderas que volvía locas a las jóvenes, ansiosas por desmelenarse en las pistas de baile. En el cine estadounidense, aparecía la figura de Marilyn Monroe con su juego de sensualidad y picardía. Quizás fuera la rubia divina con labios rojos quién instauró las formas seductoras que insinuaban la figura de la mujer. Una mujer muy rotunda y femenina se contrastaba con la imagen masculina creada por la segunda guerra mundial. Christian Dior, uno de los mentores de la silueta femenina de los años 50, creó en 1947 la silueta New Look, corte de cintura de avispa y falda voluminosa, protagonista durante toda la década.
Imagen: The Fuller View
Vía: Chic Vintage Brides
A finales de los años 40 y principios de los 50 empieza una nueva generación de diseñadores muy distintos: Dior lanza el vestido cóctel, Balenciaga es considerado el maestro de la técnica y Coco Chanel presenta en el 54 a una mujer práctica, cómoda y funcional. Aunque la sociedad evolucionaba y buscaba nuevos valores, la moda –sobre todo la moda nupcial– retrocedió apostando por una silueta de vestido ceñida que reprimía la movilidad. El New Look de Christian Dior fue, quizás, el culpable de dicho retroceso con vestidos de novia voluminosos y escotes cortados en forma de corazón, drapeados y transparencias.
Imagen: NSW State Library
Vía: Chic Vintage Bride
Vestidos de novia de Sweetheart y Lillian West.
En esta década el vestido de novia tenía una imagen muy femenina que mostraba el pecho alto gracias a los corpiños que conseguían acentuar la cintura, desde la que partía una abultada falda. Las novias de los años 50 caminaban hacia el altar con vestidos de largas colas y tejidos de encaje de nylon, plumetis de organza y velos flotante. Los escotes tomaron un papel clave en los vestidos de novia de los años 50. Con ellos se buscaba una mujer sensual pero recatada, por lo que los escotes eran poco pronunciados, aunque jugaban con las transparencias. La mayoría de novias apostaban por las mangas largas o por debajo del codo, aunque alguna se atrevía con la manga japonesa y escotes barco.
Vestidos de novia de Gelen y Orea Sposa.
Vestidos de novia de Demetrios, Blumarine y Carolina Herrera.
Respecto a las faldas de los vestidos de novia, además de las pomposas faldas largas de tul, proliferaron los cortes por debajo de la rodilla, siluetas que hoy en día son muy populares para las bodas civiles, por ejemplo. En las imágenes superiores vemos vestidos de novia 2014 con faldas de distintas longitudes pero un mismo corte, el típico de los años 50.
Imagen: Princess Grace Tumblr
Vía Chic Vintage Brides
Aunque los años 50 se caracterizan por el color, en las bodas no se acaba de reflejar. Las novias seguían vistiendo del tradicional blanco simbolizando su pureza. Un color que se aplicaba en tejidos de encaje, organzas, tules o tafetas de seda, que ayudaban a crear ese volumen exagerado en la parte inferior del vestido de novia tan característico de la época.
Vestidos de novia de Rosa Clará y de Hannibal Laguna.
Vestido de novia años 50 de Isabel Zapardiez.
Los años 50 dieron para mucho: revolución y retroceso en un mismo tiempo que nos dejó el maravilloso New Look que tanto nos gusta. Una época, en donde las bodas eran eventos sociales llenos de ostentación y glamur, que reflejaban el comienzo de una vida nueva llena de optimismo.