La época preferida de los novios para celebrar su boda es, sin ninguna duda, el verano. Las bodas en las temporadas estivales, ya sea al aire libre bajo un sol radiante o en un lugar cerrado, requieren que las novias cuiden más ciertos detalles como lucir un vestido de novia de tejido fresco y liviano y un maquillaje suave que evite brillos innecesarios. Si la boda es en la playa o en un jardín, el calzado, además, deberá ser lo más cómodo posible. Sandalias planas o cuñas será una elección más que perfecta.
Sobre el tejido del vestido de novia hay que destacar que tiene que ser transpirable y confortable, especialmente de seda, algódón o fibras naturales como el lino, ideal también para el novio. Entre las más adecuadas encontramos el crepé, la gasa, la muselina, la organza, el chifón de seda y el shantung. El tul y los encajes para detalles también resultarán muy convenientes en un look veraniego.
Asimismo, si la celebración o la fiesta tiene lugar en la playa también resultan ideales los diseños de estilo ibicenco, o adlib, con detalles artesanales como bordados y, por supuesto, el crochet, muy actual y con un aire hippie de lo más juvenil. Apostar por un diseño corto y con vuelo también puede resultar muy atractivo.
¿Os casáis en verano? ¿Qué os vais a poner?