La cultura japonesa aterriza en esta edición de la Barcelona Bridal Week de la mano de la diseñadora Carla Ruiz con su colección de trajes de fiesta Karyükay. Una apuesta en la que los vestidos son la representación de la fusión entre el oriente más tradicional y el vanguardismo propio de occidente. Los vestidos para invitadas 2016 que propone la diseñadora española visten a la mujer moderna y independiente con faldas lápiz que dibujan las mejores siluetas y evocan a las geishas más bellas de Japón.
La colección de Carla Ruiz se desarrolla en vestidos larguísimos y ajustados que recuerdan el clásico kimono japonés en el que la sofisticación es la estrella. Carla Ruiz nos ha demostrado su culto al diseño artesanal con unos vestidos de fiesta enriquecidos con detalles troquelados y jacquares, de acabados metalizados con efecto dorado.
Algunas de las piezas estrella se han rematado con cintas de cuero y seda en tonalidades pastel, tierra y blanco roto. Los colores vibrantes como el amarillo limón, el mandarina o el púrpura han sido los protagonistas de la línea de vestidos cortos que ha tenido como protagonista el estampado floral en una clara evocación a las flores de cerezo o sakura, postal internacional de la isla nipona.
La dedicación de la diseñadora ha salido a relucir de la mano de cordones de yute y satén que han sido trabajados con la técnica japonesa Kinbuki-bi, una versión del bondage, que ha transportado al público al mundo de la milenaria tradición característica del país asiático. El culto a lo japonés es el hilo de inspiración de la colección Karyükay de Carla Ruiz, un término que utilizan las geishas para referirse a su mundo particular, el espacio de la flor y el sauce.