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¿Quieres ser mi dama de honor?

Tener a tus mejores amigas, hermanas, primas, u otras mujeres cercanas a vosotras, apoyándoos en vuestra boda en la categoría de damas de honor es una tradición que se ha extendido últimamente por influencia americana, donde esta tradición está muy presente. Sin embargo, esta práctica ha estado presente en casi todas las culturas y religiones, desde la época del Imperio Romano y la Edad Media.

 

¿Quieres ser mi dama de honor?

Imagen vía: Oncewed.

 

Las damas de honor antiguamente eran mayormente niñas menores de 12 años de consanguinidad directa con la novia, aunque luego se fue ampliando la edad de éstas. Las damas de honor vestían de forma parecida a ellas, para, además de prestarle apoyo, hacerse pasar por ellas y protegerlas de posibles enemigos hasta que llegaran al lugar de la ceremonia. Asimismo, tenían -y aún tienen en ciertas culturas-, un componente de superstición, ya que se creía que también aportaban suerte y fertilidad a la futura pareja, planteándose como escudos de las novias, para evitar que los espíritus malignos las maldijesen.

 

¿Quieres ser mi dama de honor?

Imágenes: Twin Lens

Via: Junebug Weddings

 

Actualmente, la figura de la dama de honor está relacionada sobre todo con la amistad y la confianza. La dama de honor, como designa el propio nombre, es una mujer importante y destacada que suele abrir el séquito, encargarse de algunos preparativos, cuidar de los pajes, y, en definitiva, ayudar y apoyar a la novia en este importante paso.

 

¿Quieres ser mi dama de honor?

Imágenes: Derek Wong y YazyJo

Via: Junebug Weddings

 

Pero, «¿cuántas elijo, cómo las visto y quién se hace cargo  de pagar el vestido?», os estaréis preguntando. Las damas de honor nunca deberían ser menos de dos y sería recomendable no más de seis. Aunque podéis escoger libremente el número, lo importante es que estéis rodeadas de vuestra gente más cercana. Una vez hayáis elegido a esas chicas especiales y se lo hayáis comunicado (hay muchas formas originales de hacerlo), deberíais reuniros con ellas  y  organizaros. Primeramente vamos a acabar con algunos mitos normales a la hora de pensar en la figura de la dama de honor.

 

¿Quieres ser mi dama de honor?

Imagen: Kimberly Jarman

Via: Junebug Weddings

 

Lo primero que se cree es que la novia decide cómo van las damas. La novia es, sin lugar a dudas, la que manda en mayor medida, pues decide cómo quiere que sea su gran día. Sin embargo, lo más importante es tener una buena comunicación con las damas, que busquéis y colaboréis entre todas para decidir el diseño, y que lo hagáis con tiempo.

 

¿Quieres ser mi dama de honor?

Imagen: April Smith & Co.

Via: Junebug Weddings

 

Existe la costumbre de pensar que las damas de honor suelen llevar vestidos poco favorecedores. Si se da el caso es porque la novia no ha tenido en cuenta sus características individuales, o  no quiere que destaquen más que ella. Lo cierto es que no deberían restarle protagonismo a la novia, ni asemejarse a ella (a no ser de que se trate de una flowergirl o niña de las flores, en cuál caso lo ideal es que vaya idéntica a la novia), pero si queréis que el conjunto sea elegante, debéis darles la importancia que tienen.

 

¿Quieres ser mi dama de honor?

Imágenes: La Vie Photography y Julia Woods

Via: Junebug Weddings

 

Otro pensamiento corriente es que el vestido de dama de honor suele ser en colores pastel y largo. Esto depende del tipo de boda que queráis, si será más o menos formal, dónde y a qué hora se celebrará, de día o de noche. Actualmente las damas de honor pueden llevar vestidos cortos y en colores vivos, no olvidéis que ellas deben destacar sobre el resto de invitados.

 

¿Quieres ser mi dama de honor?

Imagen: Virgil Bunao

Via: Junebug Weddings

 

Las damas de honor deben ir todas iguales. He aquí una de las ideas más extendidas al pensar en las damas de honor. Sus vestidos deberían presentar una cierta uniformidad,  armonía y coherencia, pero no todas vuestras chicas tienen la misma complexión, tono de piel y cabello y no a todas les sentará igual el mismo vestido. Además, cada una tiene gustos diferentes en cuanto al color. Para remediar esto, podéis decidir que todas vayan con el mismo color o tono pero con diferente estilo, o bien con el mismo estilo pero de diferente color, o acordar alguna temática o detalle: que todas lleven un tirante, que sea hippie, vintage… o que todas lleven el mismo complemento o tejido por ejemplo.

 

¿Quieres ser mi dama de honor?

Imagen: Whitebox Weddings

Via: Junebug Weddings

 

Una vez explicado esto, aquí van algunos consejos.

  • La edad de la dama de honor es más importante de lo que parece. El tipo de vestido tiene que ser acorde con su edad, ya que no es recomendable que una chica joven utilice un vestido que puede favorecer a  una mujer mayor, y que una más mayorcita lleve un vestido de una chica joven.
    • Sería muy recomendable que el  vestido y el ramo de las damas de honor combinasen con algún detalle del vuestro o de vuestra decoración, en el caso de que os hayáis decidido por dar protagonismo a un color en concreto.

 

¿Quieres ser mi dama de honor?

 

Imagen: Scobey Photography

Via: Junebug Weddings

 

    • Tratad de elegir vestidos sencillos, que vuestras damas puedan utilizar en otros eventos sociales. Muy importante es que no lleven cola, esto está exclusivamente permitido a la novia.
    • El maquillaje no debería ser recargado. En cuanto a los zapatos, estos no deberían ser muy altos, y los accesorios, no muy recargados.

 

¿Quieres ser mi dama de honor?

Imagen: Sylvie Gil Photography

Via: Junebug Weddings

 

Finalmente, la pregunta del presupuesto, ¿quién debe hacerse cargo? Pues bien, en esto también hay diferentes formas de proceder. La novia puede hacerse cargo de todo el outfit, las damas pueden pagarlo ellas mismas, se puede hacer a partes iguales o la novia puede tener el detalle de regalarles algunos elementos del look, como los accesorios o zapatos. En el caso de que el vestido lo paguen ellas, tened en cuenta su presupuesto, no las pongáis en el compromiso de comprar algo que les cuesta permitirse.

Y vosotras, ¿llevaréis damas de honor en vuestra boda?

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