Las caricias de la brisa del mar en la piel son las más adorables. Manu García crea una colección de piezas únicas de belleza natural, que nace de esa brisa marina y de la libertad que se siente al estar cerca del mar. Un viaje al corazón de diferentes países, para crear una colección que parece detenerse en el tiempo, gracias a su ligereza y pureza.
Esta nueva colección de novia, basada en tejidos naturales, rinde un homenaje al trabajo artesanal. Diseños sugerentes y ligeros, donde las aplicaciones bordadas iluminan el tejido principal, entre tules de seda, delicados encajes, plumetis y gasas.
El abanico de siluetas va desde las esbeltas faldas de línea sirena, hasta los volúmenes princesa. Las transparencias juegan un papel fundamental en esta colección, mostrando de forma sutil el torso y las piernas. El toque más sugerente está en los escotes de vértigo, en las espaldas que quedan totalmente al descubierto, adornadas con aplicaciones bordadas, que ayudan a potenciar la feminidad de la mujer.
Para la nueva colección de fiesta, Manu García materializa la esencia de esa brisa que acaricia la piel. Diseños, donde las lentejuelas y los tejidos irisados están en perfecta armonía con gasas y pedrerías. Vestidos largos y midi ajustados, que se amoldan al cuerpo como si fueran las propias escamas de los peces. Destacan las mangas abullonadas, blusas con refinados escotes halter, que combinan a la perfección con faldas tubo en piqué de seda.
Una colección llena de vida, colorida y vibrante, con tonalidades azules, rosas y moradas, con un denominador común, que se puede apreciar en cada vestido – el sentido por el movimiento. Una colección que se distingue por los cortes perfectos y las líneas definidas.