«La parte del vestido que se alarga por detrás». Así de sencillo y fácil. Esa es la definición de la cola que nos da el libro El vestido y la moda de Maribel Bandrés Oto (Larousse). Y es que los vestidos de novia con cola son un clásico en las bodas más formales, ¿no crees? Pero hoy en Webnovias te vamos a enseñar que no es necesario que te cases en una catedral para lucir un vestido de novia con cola con mucho estilo. ¡Existen un millón de propuestas distintas!
Antes de nada te queremos explicar cuándo nació la cola en los vestidos. Nos tenemos que remontar, nada más y nada menos, al siglo XI cuando se alargó la túnica de las mujeres con un objetivo: estilizar la figura femenina. Pero no fue hasta el siglo XV cuando se llegaron a confeccionar colas de cinco metros. ¿La razón? Cuanto más larga era la cola, más prestigio tenía la poseedora del vestido.
Vestidos de novia con cola de Claire Pettibone.
Imágenes: Anton Oparin.
Imaginad, llegado a este punto, cada vez se hacían vestidos con colas más largas, de lo más incómodas, se ensuciaban muchísimo y las mujeres necesitaban la ayuda de otras personas para moverse entre habitaciones. ¡Y sólo para su lucir estatus social! Los sastres de finales del siglo XIX se las apañaron para encontrar una solución: poner debajo una enagua para evitar el polvo.
Imagen: Ed Peers
Vía: Green Wedding Shoes
Vestidos de novia con cola de Francis Montesinos para Franc Sarabia y de Miquel Suay.
Sin embargo, las damas de la alta sociedad no estuvieron del todo satisfechas con esta propuesta y, tal como las modas van cambiando con los años, abandonaron poco a poco las colas. Con la llegada de la I Guerra Mundial, los diseños se estrecharon y las siluetas rectas tomaron las salas de fiestas.
Y así llegamos al día de hoy. ¿Dónde han quedado los vestidos con cola? Actualmente el uso de colas está limitado a tres campos: diseños de gala (¡recuerda la alfombra roja de los Oscar!), el traje de baile andaluz conocido como bata de cola y sí, los vestidos de novia. Por supuesto, las novias más clásicas son las que apuestan más por este tipo de diseño, porque confiere al look un toque extra de elegancia y carácter más formal.
Vestidos de novia con cola de Franc Sarabia.
Imagen: Moda Barcelona
Vía: Oncewed
Como ya estás viendo, la cola puede adaptarse a todo tipo de siluetas de vestidos. Desde el diseño de línea sirena más ajustado que termina con una sencilla cola hasta el vestido de novia de falda evasé o princesa con volumen muy marcado. Su uso, además, es habitual en las ceremonias religiosas, así que si te casas por la iglesia quizás te encaja con tu look de novia.
Imágenes: Trent Bailey Photography y Hyer Images.
Vía: Style Me Pretty
Pero, ¿y si estás preparando una boda más relajada, informal o al aire libre? ¿No tiene cabida el uso de un vestido de novia con cola? ¡Claro que sí! No prescindas de este tipo de diseño tan aristocrático, simplemente adáptalo a tu estilo y a la ceremonia que estáis preparando. Prescinde de grandes volúmenes y otros complementos de carácter clásico y el vestido de novia con cola puede convertirse en un diseño de aire bohemio y más juvenil.
Imagen: Alec Vanderboom Photography
Vía: Green Wedding Shoes
Vía: Oncewed