El banquete de bodas es, con total seguridad, donde los invitados pasan más tiempo en ese día tan especial. Por eso es tan importante la decoración de las mesas. Debe ir acorde con vuestra personalidad y estilo, pero, sobretodo, debe ser acogedora y cómoda para todos. Olvidaros de los centros de mesa altos que tapen la vista a los comensales o de ornamentaciones muy delicadas y fáciles de romper. En el post de hoy os proponemos una idea que encantará a las parejas que buscan un toque rústico para los centros de mesa y que, además, ¡podéis hacer vosotros mismos de forma muy sencilla y económica! Atención a los centros de mesa hechos con cajas o cajones de madera reciclados.
Imagen de Erin McGinn. Vía Style Me Pretty
Imágenes de Jose Villa Photography. Vía Style Me Pretty
Si buscáis unos centros de mesa rústicos sin muchas complicaciones, dejar las cajas de madera al natural, sin ningún color, será vuestra mejor opción. ¡Eso sí! Aseguraos que las flores escogidas contrastan lo suficiente con la caja o cajón. Es súper sencillo: solamente tenéis que recopilar cajas o cajones de madera de diferentes medidas, lijarlas para quitar todas las posibles astillas o impurezas, retirar todos los restos de polvo con un trapo húmedo y pasar una capa de barniz del tono que queráis. ¡Et voilà!
Imagen de Carmen Santorelli. Vía Style Me Pretty
Imágenes de Alicia Ann Photographers y Birds Of A Feather. Vía Wedding Chicks y Style Me Pretty
Como hemos visto decenas de veces en revistas o blogs de decoración, recuperar un antiguo mueble que ya no nos gusta y pintarlo de blanco consiguiendo este efecto envejecido, ¡es siempre una buena idea! Pues lo mismo sucede con las cajas o cajones de madera que recopiléis por ahí. Para todas aquellas parejas que prefiráis una decoración en tonos blancos o neutros para la boda, ¡esta es sin duda vuestra mejor baza!
Imagen de Fox&Fern Flowers. Vía Style Me Pretty
Imágenes de Kim Starr Wise Floral Events y Lisa Lefkowitz. Vía Style Me Pretty
Para realizar esta técnica, también conocida como decapado, necesitaréis: esmalte blanco mate, disolvente o aguarrás, betún de judea, lijas, brocha plana y trapos. Primero de todo, deberemos pintar las cajas de blanco, habiéndolas lijado y limpiado previamente. Una vez pintado y completamente seco (¡esto es muy importante!) debéis pasar la lija suavemente para crear el efecto desgastado que deseamos, insistiendo en las esquinas. Para terminar, le quitamos el polvo de nuevo y le pasamos un trapo untado con betún de judea. ¡Eso es todo! Mucho más fácil de lo que parece, ¿verdad? No hay excusa… ¡Manos a la obra!
Imagen de Jane in the Woods. Vía Wedding Chicks
