En Webnovias hemos hablado de bodas de otras culturas y muchas veces son bodas que poco tienen que ver en las costumbres con las que estamos acostumbrados a ver ¿verdad? Aunque parezca que aquí en España todas las bodas son iguales o se parecen mucho, lo cierto es que en cada comunidad existen unas tradiciones y prácticas concretas. Si queréis saber costumbres nupciales que se dan en algunas regiones, ¡seguid leyendo!
España es un país de grandes contrastes y variedad. Los paisajes, la lengua, la gastronomía y el folclore no son iguales en el País Vasco que en Andalucía, por ejemplo. Por lo tanto, tampoco lo serán las bodas.
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Tradiciones de Cataluña
Un ejemplo es el caso de Cataluña, en que la tradicional y extendida tradición del intercambio de las arras no suele seguirse, ya que el régimen matrimonial por defecto es el de la separación de bienes (que implica que todo lo que la pareja ha adquirido antes del matrimonio individualmente seguirá siendo de propiedad exclusiva en caso de divorcio). Esta tradición simboliza los bienes que van a compartir los novios, pero en este caso no tiene mucho sentido hacerse.
El padrino es una figura muy importante en las bodas,¿verdad? Pues aunque en España no se ha perdido la tradición de escoger a un hombre importante que acompañe a la novia, en esto tampoco hay consenso a nivel nacional. En Cataluña el padrino suele ser un hombre de confianza del novio, como un hermano o amigo, que ejerce de emisario de éste en los últimos momentos antes de la boda. También puede ser algún hombre importante de la parte de la novia. Además es el encargado de leer el conocido como “verso del padrino”, un emotivo poema dirigido a la novia y escrito con sus propias manos.
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Y, ¿os habéis fijado alguna vez ? El anillo de casados en Cataluña no se lleva en la mano derecha como en otras comunidades, si no que se lleva en la izquierda.
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Las tradiciones de boda de Andalucía
Andalucía es una comunidad en que las bodas tienen especial importancia y, sin duda, tienen un encantador toque tradicional. En esta región, las novias suelen apostar por llevar mantilla para el gran día. Además, el fervor religioso que caracteriza a esta comunidad también está presente en las costumbres de las ofrendas y la velación. La primera consiste en que, antes de la boda, los novios o personas de su confianza llevan a la iglesia velas, frutas o sandalias que simbolizan la luz y la riqueza y el camino de la nueva pareja.
La velación, por otra parte es una tradición que ha ido perdiendo adeptos con el paso de los años. Esta costumbre consiste en que los novios se arrodillan frente al párroco y dos mujeres tapan los hombros del novio y la cabeza de la novia con un velo. El párroco recita unas oraciones y se da por concluida la ceremonia. Esta tradición se originó en la Edad Media, cuando se creía que el velo protegería la vida de la futura pareja.
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La música y la animación son los elementos en que las raíces regionales salen más a relucir en una bodas. Por ejemplo, en las bodas andaluzas es muy corriente (y emotivo) contar con un coro rociero, mientras que en otras comunidades también se apuesta por ambientar la ceremonia nupcial con la música tradicional, como en el caso de las misas baturras aragonesas o los coros huertanos de Murcia. Al salir de la iglesia, la música también roba protagonismo a los novios en muchas regiones. Un aurresku para los vascos, una muñeira para los gallegos, unos gaiteros para los asturianos, una tuna, habitual en el centro de España, o el uso de tracas y petardos por parte de los valencianos son tradiciones culturales presentes en las bodas.
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¿Y lo de que el novio esté en el altar esperando a la novia, que llega en coche, por ejemplo? Pues en Andalucía suele ocurrir que el novio en lugar de esperar dentro, esté en la puerta de la iglesia esperando a la novia, junto a los invitados. La novia, por su parte, y sobre todo en pueblos pequeños, va andando con su padre.
Imagen: Karen Hill Photography Vía: Junebug Weddings
Después de la boda, en que en diferentes comunidades autónomas los novios pueden lucir sus trajes regionales típicos, llega el momento del banquete. En Galicia no puede faltar la mariscada y el orujo, e incluso muchas parejas se atreven a contratar un brujo que hace conjuros acabados en una impresionante queimada.
En cuanto al momento de la entrega de los detalles a los invitados en Cataluña, los novios suelen ir por las mesas dando el regalo a los asistentes e incluso acompañados de música no dudan en hacer un pequeño espectáculo. Por el contrario, en Andalucía, una de las tradiciones más arraigadas es que la novia se acerque con una cesta llena de alfileres, especialmente diseñados para la ocasión, a cada una de las mujeres de la boda y les entregue uno. En el caso de las mujeres solteras, la novia les coloca el alfiler en el vestido y si se cae es augurio de que se casará pronto.
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