Las alfombras rojas siempre han suscitado mucho interés. Será por el glamur que desprenden o quizás por el efecto de fantasía que despiertan en la gente, la cosa es que enganchan.
Hace un par de días se celebraban los premios de cine BAFTA en Londres y miles de curiosos no perdían ojo a la alfombra roja donde desfilaban espectaculares actrices con vestidos imposibles, joyas inalcanzables y tacones de infarto. Sí, ese momento es cuando soñamos con caminar por esa alfombra roja y ser el centro de todas las miradas.
Imagen: Jasmine Lee.
Vía: Style Me Pretty.
El día de la boda somos el centro de todas las miradas y, por fin, llevamos el vestido ideal. El día perfecto en el que la novia, después de soñar durante tanto tiempo, se lanza a caminar por la alfombra de la boda. Un momento en el que las novias pueden jugar con toda la imaginación acumulada y customizar la alfombra de su boda. Y como para soñar no hay límites, algunas bodas acaban sorprendiendo por sus alfombras. Rojas, azules, rosas, blancas, hemos vistos de todo según los gustos de los novios y su estado de ánimo.
Imagen: Hotel Emperador (Madrid).
Fotografía: Jose Luis de Lara.
Imagen: Hotel Breas (Reus).
Pétalos de rosas, velas o piedras, cualquier elemento es válido si tenemos en cuenta el escenario de la boda. Lo importante no es el qué sino el cómo. Los colores o el material del pasillo hasta el altar deben tener relación con los diferentes elementos de la boda como las sillas, la decoración floral, la estación del año o el lugar en el que se celebra la ceremonia.
Imagen: Ruth Eileen.
Vía: Style Me Pretty.
Por supuesto si celebráis una boda por la iglesia requerirá una alfombra más sobria (o incluso prescindir de ella) que una boda al aire libre, en la que libertad y la originalidad están a la orden del día.
Imagen: Solas Wedding Photography.
Vía: One Fab Day .
Debéis tener en cuenta que la alfombra no debe robar protagonismo ni al vestido de la novia ni al resto de la decoración . Así que nuestra propuesta es que u optéis por una alfombra vistosa para que destaque sobre una decoración minimalista o, en cambio, que escojáis una lo más discreta posible que simplemente acompañe a las flores de las sillas. Y… quizás tú eres una de ellas, simplemente prefieres obviar el momento alfombra de la boda y caminar hacia el altar con los pies bien firmes sobre la tierra.
Imagen: Ed Peers
Vía: Junebug Weddings.