La lista de invitados a la boda, esa gran fuente conflictos. O, al menos, así lo dictamina uno de los tópicos más extendidos de las bodas. Que si no os ponéis de acuerdo en el número de invitados, que si vuestros padres quieren invitar a sus amigos, que si dónde los sentamos…
Imagen: Valo Photography Vía: Style Me Pretty
Antes de nada, relax, una boda es para rodearse de seres queridos que os aprecian y están dispuestos a celebrar junto a vosotros un día importante así que olvidaos, en la medida de lo posible, de los compromisos y seguid estas breves indicaciones:
Imagen: Nada Convencional (Mariano Picchioni)
1. En primer lugar decidid el tipo de boda que queréis hacer, no es lo mismo organizar una boda para 200 personas que para 60. Principalmente por el presupuesto. Preguntaos: ¿queremos una fiesta masiva? o ¿un acto íntimo?. Una opción posible es la combinación de ambos, los justos para el “sí, quiero” y todos los amigos y demás allegados para el banquete y la fiesta. pero si decidís una boda íntima, además de ahorrar dinero, nadie podrá sentirse ofendido por no ser invitado.
2. Ajustaos a la capacidad del espacio elegido y dialogad con vuestros padres para llegar a un entendimiento total sobre los invitados. Quizá tendréis que ceder, sobre todo en el caso de devolver la invitación a bodas de hijos que hayan asistido. Pero hasta cierto punto: buscad un equilibrio para que vuestra boda no se vaya de vuestras manos y dejaos llevar por la ilusión que os hace de que tal persona esté con vosotros en el gran día.
3. Repasad varias veces la lista, preguntad a amigos de confianza, recordad quiénes han asistido a pasados eventos familiares… todo es válido para no olvidaros de nadie imprescindible, ¡sería un desastre!
4. ¿Qué hacemos con los compañeros de trabajo? Lógicamente dependerá de la relación que tengáis pero no estáis obligados a invitarlos. Eso sí, excepto a vuestro jefe directo, que por protocolo sería adecuado, como también lo sería que declinase la invitación amablemente.
5. ¿Acompañantes? Muchos novios deciden invitar sólo a los amigos, sin parejas, o sólo a las parejas, sin niños. Es vuestra elección y debéis dejarlo claro en la invitación para que no haya margen de duda.
6. Dos o tres meses antes de la boda, tenéis que enviar las invitaciones con tiempo para que los invitados a la boda se planifiquen. Calculad que entre un 10% y un 20% serán baja así que seguro que tendréis que reformular la lista una y otra vez. Para organizaros podéis usar una tabla de Excel o alguna de las originales aplicaciones que hay por la red.
7. Con la lista definitiva en la mano y con la mayor parte de las confirmaciones, llega el momento de distribuirlos en las mesas, otra ardua tarea en la que os tendréis que dedicar a fondo…
