A veces nos ponemos tradicionales. No podemos evitarlo. Ya sabemos que las bodas han cambiado mucho, que las parejas buscáis ideas originales para vuestras ceremonias y no queréis ser unos novios más. Pero hay tradiciones que merecen la pena conservarse o, por lo menos, adaptarse a la realidad de hoy en día. Es lo que ocurre con la pedida de mano, una de las costumbres preboda más extendidas del mundo y que, a día de hoy, aún mantiene su romántico simbolismo.
Imágenes vía: Oncewed
Tradiciones de pedida de mano
¿Sabías que la Edad Media fue una de las épocas más fructíferas en cuanto a nacimiento de tradiciones se trata? ¡Mirad de que cosas os enteráis con Webnovias! Muchas de ellas han llegado hasta nuestros días y sí, has acertado, entre ellas se encuentra la pedida de mano. En su origen, el novio necesitaba el consentimiento del padre de la novia para poder casarse con ella. ¡Imagínate! Más que una petición, suponía una negociación de altura. Claro, se vivía como una situación de nerviosismo, porque nunca se sabía con exactitud qué iba a pasar. Visualiza la escena: el acto tenía lugar en casa de la novia, donde sus padres eran los anfitriones. Pero bueno, la liberación de la mujer llegó y lo cambió todo. ¡Y menos mal! La pedida de mano es ahora una decisión feliz y, sobre todo, voluntaria.
Imagen: Priscila Valentina Photography
Vía: Green Wedding Shoes
¿Y vosotros?
El momento en que una pareja decide unirse es ahora más íntimo y romántico. Es la anécdota que siempre os preguntarán y siempre estaréis encantados de contar. Así que alejaos de protocolos estrictos y buscad el instante mágico para la proposición. Un paseo por la playa, una cena para dos, una escapada de fin de semana o un concierto, todo sirve.
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Tanto ha cambiado el concepto de la pedida de mano que la última moda dicta que en la sesión de fotos preboda se recree de nuevo el momento de la pedida. ¿Qué te parece esta tendencia?
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Pero la tradición también tiene su hueco hoy en día. Dar a conocer la noticia a vuestros padres y familiares más cercanos con una cena o una quedada común es una experiencia que no os podéis perder.